Cascada de Vicente Guerrero en Tuxtla
Chico.
Rumbo a Metapa, Chiapas
aproximadamente 300 metros después de la
parada el coco existe un predio extenso
con abundantes montículos prehispánicos.
En lo que parece haber sido una
ciudadela prehispánica se pueden observar una serie de montículos orientados aparentemente
a los puntos cardinales, al menos 8 construcciones son fácilmente observadas en forma inmediata,
sus veredas llenas
de tepalcates (pedazos de ollas y otras piezas prehispánicas) testimonian la
presencia de un densa actividad en tiempos remotos.
Al adentrarse un poco más, el
tono inconfundible del agua golpeando una superficie denota la presencia de una
hermosa cascada de agua limpia y cristalina.
Con una caída libre de aproximadamente 5 metros de altura y un
espacio de no más de 15 metros de ancho, el espectáculo es fascinante.
Abajo una poza de
refrescante agua hace el lugar ideal para romper con el calor sofocante del mediodía,
rodeados de un ambiente natural, con el sonido del agua y aves cantando
alrededor hace del lugar el idóneo para el
esparcimiento de los pobladores de la localidad.
A
6 metros de la caída de la cascada se encuentra una isla pequeña de
aproximadamente de 3 metros de diámetro, lugar para descansar del esfuerzo de
la natación y lleno de presencia
indudable de la historia del lugar.
La práctica de un senderismo de exploración,
actividad sin la sofisticación de lugares urbanos, la estancia en este lugar
invita a la reflexión, a la paz y la tranquilidad interna conectándose a un lugar antiquísimo con una magia
propia que surge de las profundidad de la historia ,
de nuestras raíces más autenticas.
La invitación es pues para
atreverse a ir mas allá de lo cotidiano, acercarse a nuestra identidad y
disfrutar de un lugar con la particularidad de ser genuinamente Tuxtla
Chiquénse.
¡Vive la Magia de Tuxtla Chico!
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